A menudo exacerbando el trauma original del delito. Estos daños pueden manifestarse de diversas maneras:
Daño psicológico y emocional:
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT): La revivencia constante del trauma, la ansiedad y la hipervigilancia pueden intensificarse por las experiencias negativas en el sistema de justicia.
- Depresión y ansiedad: La sensación de impotencia, frustración y falta de apoyo puede desencadenar o agravar trastornos del estado de ánimo.
- Pérdida de confianza: La víctima puede perder la confianza en las instituciones y en las personas, lo que dificulta su recuperación y reinserción social.
- Sentimientos de culpa y vergüenza: La víctima puede sentirse culpable por haber denunciado o avergonzada por las preguntas y el trato recibido.
Daño social:
- Aislamiento: La víctima puede aislarse de su familia, amigos y comunidad debido al estigma y la falta de comprensión.
- Dificultades en las relaciones interpersonales: El trauma y la desconfianza pueden afectar negativamente las relaciones de la víctima.
- Pérdida de empleo o dificultades laborales: El estrés y la ansiedad pueden dificultar el desempeño laboral de la víctima.
Daño físico:
- El estrés crónico y la ansiedad pueden manifestarse en síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas digestivos y trastornos del sueño.
- En casos extremos, la victimización secundaria puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas.
Factores que agravan el daño:
- La naturaleza del delito original: Los delitos sexuales y la violencia de género suelen generar un mayor impacto emocional y, por lo tanto, una mayor vulnerabilidad a la victimización secundaria.
- La falta de apoyo social: La víctima que no cuenta con el apoyo de su familia, amigos o comunidad tiene un mayor riesgo de sufrir daños graves.
- La insensibilidad de los funcionarios: El trato insensible, revictimizante o discriminatorio por parte de los funcionarios del sistema de justicia puede agravar el trauma de la víctima.
- La lentitud de los procesos: Los procesos judiciales prolongados e inciertos pueden mantener a la víctima en un estado de estrés y ansiedad constante.
Consecuencias a largo plazo:
- La victimización secundaria puede tener consecuencias a largo plazo en la salud mental, el bienestar social y la calidad de vida de la víctima.
- Puede dificultar la recuperación del trauma original y aumentar el riesgo de revictimización.
- Puede generar desconfianza en el sistema de justicia y disuadir a otras víctimas de denunciar delitos.
Es crucial que el sistema de justicia penal adopte medidas para prevenir la victimización secundaria y proteger a las víctimas de daños adicionales. Esto implica:
- Capacitar a los funcionarios en atención a víctimas y sensibilizarlos sobre el impacto del trauma.
- Implementar protocolos de atención a víctimas que garanticen un trato respetuoso y empático.
- Garantizar la confidencialidad de la información de la víctima y proteger su privacidad.
- Agilizar los procesos judiciales y reducir la incertidumbre para las víctimas.
- Proporcionar apoyo psicológico y social a las víctimas.
Apuntes de investigación
Juan Ignacio Ulloa Pino
Una respuesta a «La Victimización»
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